La Unidad

Vivir no siempre os resulta fácil, pero no por lo que creéis. Soléis considerar una buena vida aquella libre de problemas. Cuando la vida responde y os da lo que esperáis estáis alegres. No así cuando la vida os trae algo que no queréis. Esta incertidumbre de no saber nunca lo que la vida os va a ofrecer hace que viváis miedosos, incluso cuando lo que se presenta es lo que habíais deseado. ¿Cuánto durará? Decís. Seguro que se estropea. Y así será pues así está planteado este mundo. Cuando valoras el placer, y todos lo hacéis, no podéis evitar la contrapartida, el dolor.

En un universo dual si valoras el placer, te llevas de regalo su contrapartida, el dolor. No puedes separarlos, de la misma forma que no puedes separar las dos caras de una moneda. Si tiras esa moneda al aire, en ocasiones saldrá cara, pero no podrás evitar que la cruz salga alguna vez. Quizás más de las que hubieses deseado. Hay una forma de salir de este juego de cara o cruz: ¡Deja de tirar la moneda! ¿Cómo? Si, ¡deja de tirar la moneda, deja de jugar a este juego! ¡Quédate con la moneda y deja de valorar más una cara que la otra! El valor no está en una única cara, el valor está en la moneda. El valor no está en la cara o en la cruz, el valor no está en la dualidad. El valor está en la moneda. El valor está en la Unidad. No busques el placer, la cara, no huyas del dolor, la cruz, reconoce ante cada situación en la que te encuentres que el valor está en la moneda, en la Unidad. Empieza a valorar la Unidad.

Abandona hoy el juego del placer-dolor. Sal de ese juego condenado al sufrimiento y al fracaso. Que esa sea tu decisión hoy.

“Hoy estoy decidido a abandonar el juego del placer-dolor. Hoy estoy dispuesto a ver algo diferente. Hoy elijo la Unidad.»

~J. ❤